Hace mucho tiempo, en una época donde la luz se abría camino entre las tinieblas, más allá de las orillas del Río Manzanares y tras los muros de una hospitalaria morada situada en las nobles tierras de Madrid, nació el que por derecho debía ser portador de su destino. Su nombre, Pedro Llamas, hijo de Pedro, nieto de Pepe, sobrino de Julián, y vecino de Félix el tesorero de la Comunidad (de vecinos…).
Ya desde muy temprana edad demostró unas aptitudes propias de su linaje que no dejaron indiferente a ningún habitante de la Tierra Media y Tres Cuartos.
El Destino es a veces caprichoso y quiso que Pedro, al alcanzar la mayoría de edad, fuera instruido en el noble arte de la Alquimia y las hierbas medicinales en las frondosas tierras del reino de Farmacia, algo para lo que no había sido predestinado.Sin embargo, aunque clandestinamente y siguiendo la poderosa llamada de los Oráculos que habían determinado su cometido en esta Tierra Media y Raíz Cuadrada de Tres, hizo juramento de fidelidad a la noble estirpe de los elfos fieles a la diosa de las Artes (vamos, los artistas) adquiriendo sabios conocimientos sobre interpretación, escritura y canto.
Utilizó todas aquellas armas para mostrar su valía de 'artista' en cientos y cientos de batallas contra hordas de borrachos, personajes asilvestrados y tipos que no se enteran nunca de nada a lo largo y ancho del vasto Territorio del pais llamado..., esto..., eeeh..., el pais que esta pegado a Francia..., bañado por el Mar Mediterraneo..., donde nació Bisbal..., donde vienen los guiris a ponerse hasta las trancas de cerveza... Bueno llamado Tierra Media Docena de Güevos y se acabó. Que para eso estoy escribiendo yo, no te digo....
Sólo cuando creyó estar listo para llevar a cabo una misión digna de su condición y equipado con una cota de malla de nivel 12 se dirigió con decisión y gallardía hacia la fortaleza conocida como Paramount Comedy, y una vez allí fueron muchos los que escucharon a Pedro Llamas sus monólogos, consiguiendo que estuviera más cerca el cumplimiento de la Profecía. Pero no se detuvo ahí, ya que su gesta continuó hasta el concilio de “El Club de la Comedia”, donde dejó el testimonio necesario para conseguir el vigor y la templanza requeridos para alcanzar la gesta de transmitir sus hazañas en más de 1.000 posadas y locales de actuaciones, desde Gondor, a Moria, pasando por Rivendel, Mordor y Puerto Urraco.
A través de sus ojos, y utilizando un ingenioso artilugio capaz de capturar imágenes y paisajes decidió dejar constancia de sus vivencias para que generaciones venideras recordaran su Noble nombre... y el de su madre porque le dió por dirigir cortometrajes con los que pretendía llegar a ser cineasta. Y menos mal que no le dió por ser orco o troll de las cavernas porque si no...
Hasta aquí Pedro Llamas no podía alcanzar a comprender cuan grande era su destino y cuan pesada era la carga que debería soportar. Esa carga tenía nombre: Dani López, que se unió a nuestro héroe formando la hermandad de “Vaya por Dios” con la que siguieron su triunfal camino de actuaciones y buenas obras. Tanto es así que las estrellas y el espíritu de sus antepasados les llevaron ante la presencia de uno de los Soberanos más reconocidos dentro de la profesión, el gran José Luis Moreno, que se dirigió a ellos con estas sabias palabras que serán recordadas siglos y siglos y de generación, en 'degenaración':
'A ver chicos, dos cositas: Sois buenos y os quiero en mi programa...'
A partir de ahí comenzó a escribirse la Historia con tintes épicos de leyenda: 'Vaya por Dios' formado por Maese Dani López y Montaraz Pedro Llamas recorrieron un largo camino a través de importantes cadenas de televisión y cientos de locales y salas de espectáculos, lo que les permitió convertirse en lo que son ahora. Y en ese largo camino encontraron otros compañeros de viaje con los que decidieron formar la 'Factoria Improv'. Pero esa es otra historia que debe ser contada en otra ocasión. Y no digo más que luego me copias...